Desde nuestra fundación nos dedicamos a la visita y liberación de los cautivos, esclavos en peligro de perder su fe. Con los siglos la esclavitud cambio de rostros, métodos y fines, pero sigue existiendo ahí donde se reduce a una persona a objeto de compra-venta y se pone en peligro la fe de los cristianos. 

Escuchar y pensar sobre las violencias ejercidas contra las mujeres de distintos sectores sociales, edad, religión, etnia, produce malestar, estremecimiento, estupor, indignación.

En todos los ámbitos de acción mercedaria: proyectos, escuelas, catequesis, parroquia, grupos hay casos de violencia algunas veces visibles y otras ocultos  o naturalizados.

¿Qué hacemos nosotros para cambiar esta realidad y liberar de esta forma de cautividad?

Esta inquietud nos llevó a plantear un proyecto que nos permita visibilizar, reflexionar y aprender sobre esta problemática y así poder actuar generando espacios de escucha, asistencia y prevención  de la violencia de género.